fbpx

Revista Familia

La hipnosis, al contrario de lo que comúnmente se cree, es un estado de conciencia total, que nos permite encontrar las causas y consecuencias de todo lo que sucede en nuestra vida.

A través de las regresiones, las personas encuentran las respuestas a las preguntas que los mantienen en desequilibrio, explicó Tibor Zsámboki, hipnoterapeuta húngaro especializado en la Sociedad Alemana para Hipnosis

Terapéutica y para la Investigación de la Hipnosis.
«Yo trabajo con la psicología profunda. Nadie se enferma sin razón, sino porque no está ajustado con el universo. A través de las regresiones, se descubre dónde una persona se desvió y cómo restaurar el equilibrio», puntualizó el experto.

Para lograrlo, el paciente debe descubrir sus errores y sus miedos, aceptarlos y dejar ir los traumas que lo han afectado. Este es un proceso paulatino, en donde se va encontrando lo que le afecta, que se produce mediante las regresiones a etapas pasadas o incluso a vidas anteriores.
«La historia de vida marca el estado psíquico de las personas. Hay que trabajar con esta historia, que llega incluso a las primeras fases de gestación o en vidas pasadas, que son determinantes para nuestro presente», explicó Zsámboki.

La idea de las regresiones es que las personas puedan empezar a recordar cosas que pasaron hace muchísimo tiempo y que generaron un quiebre en el orden y la tranquilidad que existía. Para ello, las personas están conscientes, en un estado de relajación profunda y su cerebro está en una actividad máxima, para poder recordar todo lo que ha pasado en su vida.

En este proceso, el terapista solamente ayuda a interpretar los recuerdos y a reflexionar sobre los hechos. «Yo trabajo con el subconsciente, porque tal vez una persona recuerda un hecho de una manera, pero cuando profundiza resulta que realmente había sucedido de otra forma. Yo ayudo a reconfortar las emociones con esa historia de vida y así el equilibrio se restaura por añadidura», manifestó.

Este tipo de terapias es útil para tratar problemas psicológicos como miedo, inseguridad, ansiedades, depresión, estrés, fobia, anorexia, bulimia, migrañas, mala memoria, baja autoestima, falta de concentración, irritabilidad o insomnio. Pero también ayuda a los niños y chicos que sufren de desórdenes ligados al Déficit de Atención, que afecta al desempeño y a la concentración.

Cuando se trabaja con niños, la edad es un factor determinante para saber qué se puede o no se puede hacer. Así, hasta los 4 años, se trabajan los conflictos de los pequeños mediante la madre. «Si la mamá se cura, el niño se cura», dijo Zsámboki.

La conexión con la madre es determinante para los chiquitos. Desde los 4 a los 7 años, los niños son tratados mediante un proceso de relajación y armonización de los chacras del cuerpo.

A partir de los 7 años se pueden incluir las regresiones. Pero el punto central del trabajo con los niños es la relajación. Así, según el hipnoterapeuta, se logra reducir la ansiedad que desencadena el Déficit de Atención y otros problemas similares.

Muchos de los conflictos de los chicos surgen porque los padres les dicen cosas negativas que afectan su autoestima; así, por ejemplo, si un niño obtuvo malas notas, sus papás le dirán «eres un vago» o «no sabes nada». Este refuerzo negativo genera distorsiones en la forma en la que los chicos se miran a ellos mismos.

Asimismo, si un padre al hablar con sus hijos usa el ‘no’ para impedir que hagan algo, la respuesta será la contraria. Y no se trata de un acto de rebeldía sino que la palabra ‘no’ no genera ninguna imagen que le permita entender a qué se refiere.

«Las personas funcionamos con figuras mentales. Cada palabra se relaciona con una imagen que nos permite entender lo que nos quieren decir, pero el ‘no’ es distinto. Si un papá le dice a su hijo: ‘no fumes’, seguro él fumará porque no comprende que se le pidió que no lo hiciera», aclaró Zsámboki.

De allí la importancia de hablar con los hijos de una forma más clara, más directa, positiva y abierta. Si no, podremos causar problemas cuando ellos sean grandes, que se pueden evidenciar en temas psicológicos o incluso somáticos.

Muchos dolores o enfermedades físicas están ligadas a temas emocionales y estrés; así que la hipnoterapia puede ser una alternativa para combatir estos males y volver a ser felices y a estar en equilibrio.