Por: Tibor Zsámboki
En la cultura judío-cristiana, la culpa está relacionada con el castigo, el perdón en sí no elimina la culpa. “Te perdono aunque me engañaste”, “Te perdono pero no olvido”, “yo no me merecía esto”, “No es justo” etc. son algunos de los ejemplos de rencor que escuchamos a diario.
También en la contraparte encontramos personas que viven mortificándose bajo del peso de la culpa. Muchas veces eso está en lo inconsciente porque ya sucedió en el vientre materno y/o vidas anteriores. En ambos casos tanto para el afectado incapaz de perdonar como para la persona que se siente culpable es aplicable esta terapia de reconciliación.
Estando en el año del 150 aniversario del nacimiento de Sigmund Freud el padre del Psicoanálisis moderno quien ya dijo que “Lo inconsciente no es no”; eso significa que aunque no lo recordemos conscientemente, los sucesos traumáticos de nuestra vida igual nos afectan.
En los últimos descubrimientos de la física cuántica, se llegó a comprobar la importancia de la consciencia como creador de los sucesos, esto quiere decir que somos creadores de nuestra vida. La vida es una onda de probabilidades. Pero las ondas tienen interferencias. Eso es cuando la gente vive de tumbo en tumbo sin saber porque le sucede cosas “inexplicables” y porque a el o ella.
Ya sabemos que una partícula / onda se decide convertirse en una partícula cuando hay un observador consciente. Así mismo una “vida humana” se convierte en vida cuando el individuo despierta su consciencia. Eso recalca la importancia del trabajo interior, espiritual. Cuando esto sucede, donde pones el ojo pones la bala, tus caminos se abren, las cosas que quieres, llegan a tu vida sin mayor esfuerzo, ( se aplica la ley del menor esfuerzo- mayor resultado) porque el Universo entero te ayuda para que tu intención se materialice, solo tienes que decidir.
La ciencia también descubrió de qué manera impactan nuestros pensamientos y palabras al agua, tomando en cuenta que el 75% de nuestro cuerpo así como del planeta es agua, esto nos ayuda a entender más la importancia de nuestros pensamientos y palabras y como estos afectan a nuestra vida y a nuestro entorno. Nosotros somos parte del Universo, solo con un pensamiento, palabra cambia el universo entero.
Es hora de reconocer nuestro potencial como co-creadores. Por eso puso Buda al camino óctuple para llegar a la iluminación: pensamientos rectos, palabras rectas. Es la única manera de cambiar el mundo y nuestro entorno. Para que las cosas cambien nosotros tenemos que cambiar, pero cambiar es difícil, parece imposible. Parecería que estuviésemos atados por nuestro pasado sin poder actuar libremente y lo que más complica la situación es que no lo recordamos todo o mejor dicho casi nada.
Durante la Terapia Regresiones bajo Hipnosis, el paciente reconoce que todo lo que sucede en su vida, es atraído por si mismo( la ley de la atacción), como necesidad kármica para aprender y crecer espiritualmente. El estado hipnótico en la terapia facilita una mayor claridad mental que ayuda a descubrir las relaciones de causa y efecto en nuestra(s) vida(s) pues todo se interrelaciona (ley del enredo) y la psicología profunda nos da la clave para interpretar tales sucesos.
Hay una comunicación instantánea, no local donde ambos son receptores y emisores al mismo tiempo; Esta comunicación alinea las necesidades de dos o más personas que tienen que participar en un determinado encuentro kármico. Con esto se puede explicar por ejemplo como una persona perdió el avión que luego tuvo un accidente fatal. (No era su momento de morir) o lo contrario, alguien que “no debía” estar, abordó el mismo.
Como todo sucede al mismo tiempo, no hay manera de determinar donde surgió la necesidad primera, por lo tanto no se puede determinar quien fue el “culpable”, como consecuencia: NO EXISTE LA CULPA; como la entendemos. En esta Terapia, entonces hablamos de responsabilidad, en el sentido que cada uno descubre que es responsable de sus actos y de su propia vida.
Nuestros contratos kármicos fueron hechos en nuestra infancia, en el vientre de nuestra madre y más que nada en vidas pasadas. No hay contratos kármicos con los que no estuvimos de acuerdo en su momento, pues en los niveles superiores todos los participantes están de acuerdo aunque ahora nos pueda parecer una tragedia o una injusticia, por eso nosotros somos los únicos que podemos liberarnos de ellos; muchas veces karma es tomar el pasado como presente o futuro.
La Terapia de Regresión bajo Hipnosis ayuda a localizar los orígenes de nuestros problemas y liberarnos de ellos de raíz. A través de las regresiones sea de la vida actual o vidas anteriores, localizamos los momentos en que cerramos estos contratos kármicos, y es cuando nos podemos liberarnos de ellos; En este proceso de liberación es muy importante la comprensión, el reconocimiento, la aceptación, el aprendizaje, la gratitud por lo que nosotros mismos hemos creado, solo así podemos llegar a la reconciliación con nuestro pasado con las personas que lo marcaron y con uno mismo y entonces estamos listos para crear algo nuevo ya con la consciencia despierta que será con seguridad algo de nuestro agrado.
Cuando no se hace este trabajo interior, las cosas con las que no estamos de acuerdo en nuestra vida o no las aceptamos porque nos causan dolor, vergüenza o nos parecen injustas, se repiten y cada vez con más fuerza, pues lo que rechazamos conscientemente atraemos de manera inconsciente. En la Terapia de Regresión bajo Hipnosis el paciente está consciente, nunca pierde su control, voluntad o criterio, no tiene contraindicaciones ni efectos colaterales, es compatible con todo tipo de tratamientos médicos sean alopáticos o alternativos.
Trabajando bajo hipnosis es indispensable conocer las Psicología Profunda es decir la psicología de la mente subconsciente e inconsciente. Esta terapia no solo trabaja con el pasado sino que tiene aplicaciones en el presente, pues nos enseña a tener responsabilidad total con lo que atraemos y a sanar nuestra parte que crea esto.